jueves, 28 de diciembre de 2017

UN MATRIMONIO FELIZ


Es el que se entiende en todos los sentidos. Siempre hay cosas en las que no se está de acuerdo, pero hablando se llega a un entendimiento. Para ello, uno de los dos tiene que ceder un poco, pues ante cualquier problema, uno piensa que debe ser así y el otro que debe ser de otra manera.

En cualquier caso no vale precipitarse, hay que dialogar y dejar el tiempo pasar, para ver ambos si merece la pena discutir o si en el fondo se está de acuerdo con ciertos matices, que no deben enturbiar el agua clara que es un matrimonio feliz.

Para que tenga éxito una pareja hay que contárselo todo, creando así una confianza que ayuda a resolver los problemas. Lo más insignificante para uno, para el otro puede ser importante y, por tanto, le gusta que su pareja se lo cuente.

El matrimonio es la unión más perfecta entre dos personas. Se conocen, generalmente muy jóvenes, se hacen amigos y luego novios. Ya se casen por el rito de la Iglesia o por lo civil, para el caso es igual. Son una mujer y un hombre que han decidido vivir juntos sus vidas, tener hijos y compartirlo todo.

Puede que en un momento se enfaden o incluso dejen de hablarse por un tiempo, pero la fuerza del cariño, hará que los dos estén tranquilos, hasta que hagan las paces.

Todo el tiempo del mundo es poco para compartir. Se mimarán, acariciarán y se darán besos y abrazos, con la chispa del amor de por medio. Quiero decir que no es lo mismo darle un beso aun  a un amig@ que dárselo a tu pareja.

Los hijos son la chispa que enciende de lleno la luz de la pareja. Aunque den problemas, son los reyes de la casa y hacen que no aparezca la monotonía en la pareja, que es lo que hace que esta se rompa.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario