martes, 19 de junio de 2018

COGER EL BUS


Si quieres llegar a tiempo de coger el bus y no quedarte esperándolo un buen rato, instálate en tu móvil la aplicación de la EMT. Te dirá a la hora que pasa el bus por tu parada. No tienes más que buscar tu línea, tu parada y te dice a la hora que viene el bus. Es muy sencillo y no falla casi nunca.

Puedes buscar todas las líneas y dentro de ellas todas las paradas. Te dirá cuanto falta para que pase el bus por tu parada.

Si tu móvil no tiene la aplicación, cómprate uno que la tenga. Te hallarás agradecid@ de tener un bien que se hace imprescindible para el viajero habitual urbano.

Es gratuita. No te cuesta nada buscar la hora en que pasa el bus y no tendrás que estar largo tiempo esperándolo.

Si no puedes permitirte ese móvil, en algunas paradas pone cuando llega el bus a esa parada. Además, te informa del estado del tiempo, de hoy y de mañana y de las incidencias que hay en la línea y otros eventos.

Muchas personas no lo cogen porque dicen que tienen que esperar mucho rato. Esto se puede arreglar con la aplicación del móvil y así ayudas a reducir los niveles de gases de los coches en nuestra ciudad, que buena falta le hace.

Coge el bus y te alegrarás de viajar acompañado, sentado y sino de pie.
Llegarás a todos los puntos de nuestra ciudad y algunos  metropolitanos.

Bienvenido y buen viaje en los autobuses del Ayuntamiento.
Además es más barato que pagar la gasolina y los gastos del coche o moto.
Nuestra ciudad es muy amplia, pero hay pocos sitios dónde aparcar, por lo que te recomiendo que uses el autobús.

Es fácil y cómodo, al no tener que aparcar cuando llegas a tu destino. Te bajas y andas algunos metros y ya estás ahí.

Los autobuses son nuevos y cómodos y además resulta barato si le echas cuentas, sobre todo si tienes que coger un taxi.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

MIEDO


El miedo es lo que mata al hombre. Sentimos miedo en todos sitios y situaciones. En especial porque vayamos a tener un accidente con el coche o moto, en el trabajo o simplemente de las demás personas, porque no sabemos cómo van a reaccionar ante una situación cualquiera.

La mujer siente miedo cuando va a dar a luz. El hombre teme por su mujer en estas circunstancias. El niño siente miedo de sus padres o profesores, cuando hace algo malo.

Sentimos miedo cuando vamos a buscar trabajo y, cuando lo tenemos, sentimos poder perderlo.

Sentimos miedo al paso del tiempo, que ya nos vamos haciendo mayores. Sentimos miedo soñando, ante una pesadilla y despiertas ante el devenir de la vida.

También sentimos miedo cuando llevamos mucho dinero, que hemos cobrado y nos lo vayan a quitar. También cuando vamos al médico o nos hacemos alguna prueba a ver si estamos bien.

Sentimos miedo del matón del barrio, que podemos no caerle bien y puede tomarla con nosotros. También de la tormenta y otros fenómenos atmosféricos adversos.

Al cruzar una calle, no sea que venga un loco y nos atropelle. Solo eso nos haría falta.

También a no agradar a las demás personas, especialmente en el trabajo. De la serpiente, símbolo del demonio, aunque algunas veces somos peores que este animalito.

De tener que ser hospitalizados, por alguna dolencia y tener que ser operados de cualquier cosa. El solo ver la bata blanca del cirujano hace que sintamos terror a que la operación no pueda salir bien.

También de las personas que no nos caen bien, cuando hacemos algo que nos consta, estamos haciendo mal.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

YA ES PRIMAVERA


Pero sigue nevando y lloviendo por buena parte de España. Las flores, tímidamente van saliendo y las temperaturas siguen invernales. Los alérgicos al polen de las plantas, se resienten porque poco a poco, ya es época de que hiciese más calor.

Nos han cambiado la hora por la de verano, pero este se resiste a llegar. El tiempo está loco.

No es todo malo, porque si llueve y nieva, tendremos agua, al menos, para este próximo verano, que se previene duro y caluroso. El mundo está bien organizado. Tenemos cuatro estaciones, a cual más bonita, que van llegando venturosas, de sus propiedades para el ser humano.

Hay quien prefiere el invierno, entendiendo por este otoño-invierno y quien le gusta más la primavera verano. En verano hace calor y hay más horas de luz. En cualquier caso todas son bellas y necesarias.
El cuerpo se resiente (sobre todo las personas mayores) ante un cambio de estación, que recibimos con alegría, porque atrás quedó el frío o la calor correspondiente.

Cada día miramos al Cielo a ver que nos depara el tiempo, que con los avanzados sistemas meteorológicos, ya casi lo sabemos. Son distintas las formas de alimentarnos en invierno y en verano. En verano preferimos las frutas, gazpachos y cosas fresquitas. En invierno nos gustan más los potajes y la leche, calentitos.

El buen vivir le gusta a cualquiera, pero no todos lo podemos tener. Hace falta dinerillo y hay que ganárselo currando y el trabajo no nos deja tiempo ni ganas de otra cosa.

En España disfrutamos de un clima maravilloso, una dieta mediterránea, sana y barata y una costa y unas playas que para si quisieran muchos países del mundo.

No es fácil adaptarse a los cambios de tiempo, pero no nos queda más remedio.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

EL DESPERTAR DE LA FÉ


Puede ocurrir en cualquier edad, pero suele ser de pequeños, por la educación de los padres y de los profesores a los niños, que empiezan a amar a Dios entre juegos y oración.

Los padres les enseñan el Padrenuestro y que Dios nos quiere y es un ser superior a nosotros, que nos ama desde el Cielo y que su hijo Jesús vino a rescatarnos al mundo, con su enseñanza y ejemplo.

Que eligió a sus doce primeros Apóstoles, a los que mandó por todo el mundo a predicar la palabra de Dios y que escribieron el Nuevo Testamento, que es la Biblia, pero con palabras más sencillas y entendibles por nosotros.

Los niños van asimilando estas cosas y las van poniendo en práctica con los Sacramentos, que nos hacen recordar en todo momento en nuestra vida, que no estamos solos,  que alguien vela por nuestra salud espiritual y moral.
Empezamos con el Bautismo, enseñándoles a nuestros hijos que Jesús también se bautizó en el río Jordán, por Juan el bautista, predecesor de Jesús.

Les enseñamos a nuestros hijos, que en esta vida, estamos de paso hacia el Cielo, que debemos amar a Dios, como nuestro Padre que es, que nos quiere y quiere salvarnos del mal de este mundo, que es nuestra casa temporalmente.

La Fé es un bien que no todo el mundo tiene. Hay personas que viven y no la conocen, pero eso no significa que no amen la vida y a los demás, como hermanos que somos y nos debemos respeto desde niños hasta que muramos.

La vida nos va enseñando como debemos de comportarnos desde niños.
Hombres y mujeres nos amamos como Jesús nos enseñó.

Los niños nos pueden dar lecciones de como tenemos que proceder ante los problemas de la vida, que es, o que está creada para que nos salvemos del abismo, de las tinieblas, que son el mal del mundo.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

SEMANA CATÓLICA


Esta es para los católicos la semana más grande del año. En ella se dedican a pasear a sus estatuas por las calles de las ciudades y pueblos. Es para ellos la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Jesús Nazareno del Paso.

Para ello engalanan a sus estatuas con mantos, flores y las pasean como si fuesen seres vivos, como si en ellas estuviese el Espíritu Santo, que ellos quieren glorificar.

Nada más lejos de ello. Deberían dedicarse a orar, hacer penitencia y dar limosna a los pobres, en lugar de poner millares de flores a los citados muñecos.

Yo soy creyente, pero creo en Dios, en Jesús y en su Espíritu, no en estatuas de madera, metal u oro, que no dignifican el nombre de Dios y su Benevolencia.

El recogimiento en el hogar, la oración, el ayuno y el bien social, debería ser la penitencia de esos nazarenos, mantillas y hermanos mayores para este tiempo de reflexión, que dignifica al verdadero creyente.

La gente hace lo que ve hacer: ataviarse con lujosos vestidos, creer en muñecos y ponerles flores y no saben que eso no lo quiere Dios. Él quiere que se recuerden estas cosas pero desde casa, templo de la familia y con humildad, oración y apego a los que deberían ser familias de Jesús y no demonios que pasean engalanados con pintorescos, mantos y caras tristes, dándoseles más importancia a las vírgenes que a las “imágenes” de Jesús, cosa deplorable por parte de un seguidor del maestro, que vino a predicarnos y no le hacemos caso.

Si no creeis lo que os digo, escudriñad la Biblia, allí vienen dando cuenta de estas cosas, que suceden al contrario de como Jesús quería para su pueblo.
Es tiempo de Pascua, de recordar las Escrituras, meditar sobre ellas, hacer el bien a nuestros hermanos, de orar y hacer el bien a diestro y siniestro, sin dudar en que Jesús vendrá a por nosotros.

Os deseo una buena semana de Pascua a tod@s.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

EL TIEMPO


Pasan despacio los días, sin embargo los años corren.  Cuando queremos acordar ya es de nuevo Navidad. No podemos detenerlo y pasa inexorablemente, sin darnos cuenta, y nos vamos haciendo mayores.

A partir de los cuarenta años es cuando notamos que otro año se fue y somos un año mayor. Lo notamos en nuestro cuerpo, que es mayor y en nuestra alma, que es más madura.

El día a día se hace interminable, parece que no pasan los días, pero cuando queremos acordar, es otra vez nuestro cumpleaños, y a soplar las velitas.

De niños queremos hacernos mayores, importantes, pero de mayores quisiéramos que el tiempo se detuviese y no cumpliéramos más años. Es ley de vida, los días pasan y los que nos pasamos somos nosotros.
Recordamos, con añoranza los días de nuestra juventud, cuando buscábamos pareja y nos fijábamos en el sexo contrario, deseando tener novi@.

Todo llega, nos hacemos novi@s, nos casamos, tenemos hijos, trabajamos y el tiempo corre que te corre pasa sin darnos cuenta y cuando queremos acordar somos abuelos.

Nos jubilamos con la esperanza de vivir un poco mejor, pero los achaques hacen que este tiempo sea duro y no disfrutamos de nuestra vejez como debiéramos.

Cobramos nuestra jubilación y la gastamos en los nietos, que son la luz de nuestra alma.


Los queremos más que a nuestros propios hijos. Nos entretenemos jugando con ellos.

Pero esto son cosas de la vida. Tiene que pasar y venir los hijos y después los nietos.
El cuento se va acabando y, sin querer somos viejos y no hay forma de volver atrás.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

TRABAJO IDEAL


TRABAJO IDEAL
11-03-2018
El que tenga el sueldo de un ministro, las vacaciones de un maestro y el trabajo de un cura. Eso se ha dicho siempre, pero, a pesar de todo seguiríamos quejándonos, porque el trabajo siempre es pesado y nosotr@s lo que nos gusta es andar de jarana y no hacer nada, e ir de vez en cuando a por dinero al banco.

Esto es difícil, porque el banco nos da dinero si uno lo mete antes. Como no nos toque una buena lotería, y eso también es difícil, por lo que lo tenemos claro, o trabajamos o no tenemos dinero para nada y este se hace imprescindible en una sociedad de consumo como la nuestra.

Bueno está que tengamos trabajo sobrellevable, para que no nos falte lo imprescindible. Para ello tenemos que trabajar y no salirnos de nuestro sitio, sino nos despedirían y sería nuestra ruina.

El trabajo es siempre trabajoso, duro y hostil, pero necesario para ganarnos la vida. Si no tuviésemos que trabajar nos volveríamos unos golfos, de acá para allá, inventando que podemos hacer para fastidiar a los demás en sus tareas.

El trabajo más penoso es no tener ninguno. Entonces si que nos podemos quejar, porque seríamos mendigos y de eso hay mucho en este mundo y hay pocos que los socorran.
Puede ser más agradable si trabajamos a conciencia, si cumplimos con nuestros deberes y nos llevamos bien con todo el mundo y que todos nos respeten.

Cualquier trabajo es bueno si nos gusta y lo hacemos a placer, si nuestra obligación es un gusto para nosotros, si nos gusta lo que hacemos, más que por dinero, por vocación.

Cada persona tiene sus gustos en cuanto al trabajo, como en todas las cosas, a uno le gusta así a otro le gusta de otra manera.

Lo importante es trabajar, producir y que la empresa esté contenta con cada persona.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.