Aunque nos pueda parecer raro, existen. Otra cosa es que
vengan en camello, con el pelo largo y uno sea de raza negra. El caso es que
cada uno de nosotros, pequeños y mayores, cada día 6 de enero, por la mañana,
nos acercamos al árbol de Navidad a ver si hay algún paquete con nuestro
nombre.
Es muy importante el escribir la carta y dársela en mano a
algún rey mago que te encuentres por ahí y no pedir cosas muy difíciles, porque
los Reyes también están en crisis.
No es solo cosa de niños, a los que engañamos para que sean
buenos y los Reyes les puedan traer todos los regalos que piden, es cosa de
todos, que pediremos aquellas cosas que nos hacen falta de verdad.
El Rey nuestro es el administrador del dinero de la casa, que
se ocupa de que haya un poco para todos. Se encarga de comprarlos, envolverlos
y ponerlos el día 5 por la noche en el árbol, sin que lo noten los demás, para
que sea una sorpresa.
Y ¿quién se encarga de comprar el regalo al administrador?
Pues todos los demás, que romperán su hucha, para que nadie quede sin regalo.
Si no me creéis, preguntarle a Jesús García de la EMT.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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