Cada persona tiene las suyas particulares, que se tornan en
manías, si se insiste mucho. Las hay buenas y malas.
Son buenas: tener cariño a la familia y al trabajo, comer lo
sano moderadamente, también hacer gimnasia o andar, es bueno hidratarse (sobre
todo en época de calor, que se suda de lo lindo), por otra parte es bueno
asearse, ayudar en casa…
Todo ello sin pasarse porque, como dije antes, se convierten
en manías, que a nadie benefician y estorban el buen funcionamiento del mundo.
Las malas todas, que tod@s tenemos alguna, son todas malas:
-El tabaco, aunque sea poco. Yo fumo, pero voy a ir al
médico, que hay una campaña subvencionada anti-tabaco.
-El alcohol, porque cambia y altera la persona.
-El criticar a las personas. Hay quien está a ver lo que hace
el vecino, para ver si le encuentra algún fallo. Esto no quiere decir que no se
den y acepten consejos de buena fe.
-No respetar las decisiones de otros, aunque no se compartan.
-Ser obstinados y no entrar en razones.
-No hablar con la familia, vecinos y amigos…
Todas ellas, buenas y malas, son lo contrario de esas
costumbres.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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