Después de mi divorcio, de haber perdido a mi mujer e hijo y
de andar perdido de psiquiátrico en psiquiátrico, durante varios años, me
encontré a mis padres y hermanos (que no los había perdido del todo), luego a
mis vecinos y amigos, a una buena amiga y su pareja, a los compañeros de
trabajo, luego a Yolanda y los compañeros de Al-Farala.
Estaban en Faisem, Pepe García, Luis San José, Carolina
Muñoz, Pili higueras y el Presidente y Vicepresidente en vigor por aquellos
días. Todos me acogieron de perlas.
Como si de un sueño se tratase, desperté con alegría y me
abrí camino en este nuevo mundo para mí.
Mi enfermedad evolucionaba bien. Me trataba un Dr. Muy bueno,
el cual me fue reduciendo medicación con el tiempo, hasta que me dejó la que
tengo actualmente, que es poca.
13 años después sigo en el Club, tengo nuevos compañeros/as,
vivo con mis padres, que han hecho lo inimaginable por recuperarme. Los quiero
mucho y a mis hermanos, familiares y amigos, también.
La vida no ha sido fácil precisamente para mí. Pero ha
cambiado para mejor y me siento feliz y con ganas de luchar por todos y por mi
mismo.
Mi único enemigo es el tabaco. Fumo desde hace doce años y
aunque me consta que el cigarrillo mata lentamente. He intentado dejarlo varias
veces y de distinta forma y aunque he llegado a estar hasta dos meses sin
probarlo, he vuelto a caer en las garras de esta droga.
Por lo demás me encuentro bien, física y anímicamente.
Tomo mis pastillitas y la vida continua positivamente.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
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