La gente está acostumbrada a llamar por santos a todas las
estatuas religiosas, cuando me duele la boca de deciros que Santo es solo el
Señor Dios.
Tienen esa forma errónea de ser creyente y no hay quien los
saque de ahí. Con razón casi nadie va a las parroquias a oir misa. Están hartos
de un dios que no aparece por ningún sitio.
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En semana santa, que no lo es tal, se matan por ver a falsos
cristos y vírgenes. Lloran incluso cuando los ven pasar, lo que hace que su
sentimiento sea más profundo.
Adoran a las mencionadas estatuas de madera, que son más
inservibles que ellos mismos. Y es que está tan arraigada la creencia, que no
saben hacer otra cosa.
Son los religiosos los primeros culpables de engañar a los
creyentes, ya que ellos tienen experiencia y vivencias como para comprender la
pura VERDAD.
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Adoran también las cruces, que son un cacho de palo o metal y
se cuelgan santos y cruces del cuello,
para hacer ver que creen en un dios que no es otro que el demonio.
Cada cual puede creer lo que quiera y hacer lo que le parezca
bien, pero cuando llegue la hora de la Verdad no tenéis escusa, que yo os lo he
explicado lo mejor que sé.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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