lunes, 30 de noviembre de 2020

LA VIDA ME ENSEÑÓ

 

Que la mayor palabra es amor, si no esta está vacía, sin sentido y que no es vida, sino un sufrimiento, que no tiene porqué existir de ninguna de las maneras.

Me enseñó que hay un tiempo para trabajar, otro para disfrutar con la familia, amigos y demás. Que no es tan mala como se suele decir poraí.

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Hay momentos buenos y malos. Los buenos debemos aprovecharlos y vivirlos con alegría, y los malos que se le va a hacer, echarles paciencia.

Que tiene que haber ricos, trabajadores y pobres, porque si todos fuésemos ricos, nadie querría trabajar y quién se iba  a encargar  de producir la comida.

En cuanto a los pobres de verdad, me da lástima de ellos. Son persona que no han podido o sabido encontrar un sitio en esta vida austera.

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Yo quisiera que todos pudiéramos vivir bien, con lo suficiente para comer, que nos lleváramos bien y que no hubiera rencillas entre nosotros.

Me enseñó, que no hay que ser avasallador, sino humildes y buena gente, que aquellas pueden llegar a ser servidoras de estas, sin quererlo.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.

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