Me vengo a referir al amor de pareja. El matrimonio es o debe
ser para toda la vida, no solo para el primer tiempo de enamoramiento, besitos,
caricias, mimos, buenas palabras…
Los conyuges deben tomarse en serio, lo que su unión supone.
Para eso está el noviazgo, para
conocerse, tratarse y asegurarse que se van a sobrellevar toda la vida.
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También está el amor hacia los amigos, pero estos no son
siempre los mismos: están los amigos de los primeros años, los del colegio, los
del instituto, los de la universidad…
Más tarde serán los del trabajo. Como puede verse van
cambiando según la actividad. Si nos casamos y, por tanto, el domicilio es otro
y los vecinos idem de lo mismo.
No ocurre esto con la pareja, si va en serio, debe ser
sempiterno, o sea, para siempre. Si bien el cariño, va cambiando a lo largo de
la vida. Primero son compañeros, luego amigos, luego novios…
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Siendo así llegan a la pareja de hecho, donde el amor es
distinto según los tiempos. La luna de miel y los primeros años, son muy
dulces. Más tarde vendrán los hijos.
Con estos, la mujer vuelca el cariño hacia ellos y el marido
queda un poco desplazado. El hombre debe ser un hombre y comprender estas cosas
y seguir adelante, porque el amor es para siempre.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA JUÁREZ.
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