martes, 9 de enero de 2018

LOS FUEGOS ARTIFICIALES


Son usados en eventos, ferias, celebraciones y todo tipo de juergas. Lo importante es que estén bien controlados y no hagan daño a nadie. Son muy antiguos y provienen de cuando se inventó la pólvora, hace ya muchos años.

Otra cosa son los petardos, bengalas y cohetes que compran nuestros hijos. Debemos tener cuidado que no se hieran ellos, ni nadie que transita por la calle. En donde yo vivo hay una pandilla de muchachos (que se ve que les sobra  el dinero) que se tiran todo el día explotando petardos de todo tipo (sobre todo en fechas señaladas). Algunos son potentes y pueden dañar al que los usa y al que pasea tranquilamente por la calle.

A sus padres les da igual 8 que 80. Les dan dinero y ellos se dedican a explotar petardos a troche y moche, por todas las calles del barrio. Tanto padres como hijos son unos inconscientes, porque no deberían explotar petardos de gran potencia.

La culpa de todo la tiene la sociedad. El que los vende, el que permite que se vendan, los padres, los hijos y nosotros que soportamos tal injusticia en nuestras calles.

La policía debería vigilar, sobre todo por las barriadas, que no se explotaran petardos gigantes.

Otra cosa son los fuegos artificiales controlados. En nuestra tierra, Málaga, al principio de la feria. Son preciosos y espectaculares y multitud de gente acude a verlos, al Parque y la plaza de la Marina, donde explotan toda clase de tracas, cohetes y fuegos con luces al compás de la música.

Todo ello después del pregón que realiza desde el balcón del Ayuntamiento un personaje del arte o el deporte (actor, músico, cantante)…

Disfrutemos de estos artificios, pero por favor, con prudencia.

JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.

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