Esos que tanto trabajaron cuando no había maquinaria, esos
que nos criaron quitándose un trozo de pan de su boca, para dárnoslo a
nosotros, ahora se encuentran que no podemos cuidarlos, porque el trabajo y
nuestros hijos ocupan todo nuestro tiempo.
No se merecen eso, porque ellos lucharon contra las
adversidades de su tiempo: mucho trabajar y poco cobrar.
Sin ropa ni calzado apenas, con un trozo de pan y algo que
acompañarlo, marchaban a los campos, a las fábricas a echar un largo y duro día
de trabajo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Quemaron sus cuerpos para darnos de comer a nosotros y ahora
se ven recluidos en un hogar de ancianos, solos, sin nadie que los cuide como
ellos merecen.
Los que tuvieron más suerte, encontraros un trabajo en una empresa
estable y tenían el sueldo asegurado.
Los que tuvieron menos suerte, andaban de un lado para otro,
buscando donde echar un jornal, para llevarle unas pesetas a la familia, para
que tuviesen que comer.
Por si fuera poco mal en sus vidas, ahora se encuentran con
el covid 19, que está acabando con muchos de ellos. Ahora que tenían una
paguita y podían vivir tranquilos.
JOSÉ ANTONIO MÉRIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario